Programación por competencias: 9 características de las metodologías activas
La metodología desactiva son aquellas que consideran al alumno como un ser humano que se aburre con facilidad. ¡Muy buenas! ¿Qué tal estás hoy, Lucía, de infocivica.org? En este artículo vamos a explorar qué son las metodologías activas y cuáles son sus características. Las metodologías activas son de vital importancia y deben ser aplicadas en la programación didáctica debido a lo que exige la legislación. Si no me crees, puedes comprobarlo en la Orden 65/2015, donde se establece la obligación de utilizar las metodologías activas para desarrollar las competencias clave.
Qué son las metodologías activas
Pero no quiero hablar solamente de las metodologías activas en un sentido convencional. Quiero ir más allá y presentarte las metodologías activas con las que vamos a "hackear" el aprendizaje. En definitiva, lo que buscamos es deshacernos de ese tipo de alumnos aburridos y lograr alumnos perfectos. Ahora que sabemos qué son las metodologías activas y por qué son importantes, veamos cuáles son sus características.
Características de las metodologías activas
La primera característica, y no por ello menos importante, es que estas metodologías se basan en la acción. Son llamadas activas porque el alumno adquiere un rol activo en el proceso de aprendizaje. Ya no se limita a sentarse y escuchar, sino que participa de manera activa. Esto implica que en lugar de solo escuchar, el alumno aporta ideas, hace preguntas, dialoga, debate, realiza proyectos y trabaja en colaboración con sus compañeros.
Como consecuencia, el papel del profesor cambia; de convertirse en una fuente de conocimiento a ser una guía en el aprendizaje. El profesor deja de ser una enciclopedia ambulante y acepta que no tiene todo el conocimiento. El rol del profesor ahora es guiar el aprendizaje, responder preguntas, recomendar y seleccionar la información adecuada, plantear actividades y adaptar los recursos a los intereses de los alumnos.
Debido a que el alumno toma acción y el profesor es una guía, el alumno se vuelve cada vez más independiente. Al principio, se le puede guiar con mayor intensidad, pero a medida que el alumno se vuelve más activo, adquiere mayor autonomía. Ya no depende tanto del profesor y puede realizar las tareas de manera más autónoma. El alumno ya no se sienta y escucha pasivamente, como en el pasado. Ahora, él decide cómo aprender y se vuelve responsable de su propio aprendizaje.
Otra característica es que las metodologías activas fomentan el aprendizaje autónomo y mejoran la convivencia. La mayoría de estas metodologías utilizan el aprendizaje colaborativo o cooperativo, lo que implica que el alumno no solo colabora con aquellos con los que se lleva bien, sino también con aquellos con los que no tiene afinidad. Esto mejora la convivencia, ya que promueve la resolución pacífica de conflictos, el diálogo y la toma de decisiones en grupo.
Además, las metodologías activas favorecen el aprendizaje reflexivo y el pensamiento crítico. Al ser consciente y participar activamente en su propio aprendizaje, el alumno desarrolla habilidades para reflexionar sobre lo que aprende, expresar sus ideas y escuchar las de los demás. Esto estimula el pensamiento crítico y promueve un aprendizaje más profundo.
El alumno en el centro
En las metodologías activas, el alumno ocupa el centro del proceso de aprendizaje. Ya no es el profesor quien dicta lo que se debe hacer y memorizar, ni es quien pone la nota en los exámenes. Ahora es el alumno quien tiene necesidades, intereses y una forma propia de aprender. El objetivo es ayudarle a aprender teniendo en cuenta sus circunstancias y contexto.
Es importante mencionar que poner al alumno en el centro no significa permitir que haga lo que quiera sin exigirle responsabilidades. Al contrario, significa tener en cuenta sus necesidades e intereses para guiar su aprendizaje de manera efectiva. Esto implica que el alumno se vuelve más responsable de su propio aprendizaje y adquiere habilidades para resolver problemas del mundo real.
Tabla resumen
A continuación, presentamos una tabla resumiendo las características de las metodologías activas:
Característica | Descripción |
---|---|
Basadas en la acción | El alumno adquiere un rol activo en el proceso de aprendizaje. |
El profesor como guía | El profesor orienta y guía el aprendizaje del alumno. |
Alumno independiente | El alumno se vuelve cada vez más autónomo en su aprendizaje. |
Aprendizaje colaborativo | Se fomenta el trabajo en colaboración con los compañeros. |
Aprendizaje reflexivo y pensamiento crítico | El alumno desarrolla habilidades para reflexionar y pensar críticamente. |
Alumno en el centro | El alumno es el protagonista y se tiene en cuenta su contexto y necesidades. |
Aprendizaje vinculado al entorno | El aprendizaje se relaciona con el mundo real y los intereses del alumno. |
Preguntas frecuentes
A continuación, respondemos algunas preguntas frecuentes sobre las metodologías activas:
1. ¿Las metodologías activas son aplicables a todas las asignaturas?
¡Claro que sí! Las metodologías activas pueden aplicarse a cualquier asignatura. Lo importante es adaptar las actividades y recursos a cada materia y contexto específico.
2. ¿Es posible implementar las metodologías activas en todos los niveles educativos?
Sí, es posible implementar las metodologías activas en todos los niveles educativos, desde educación infantil hasta la educación superior. Lo importante es adaptar las estrategias y recursos a las características y necesidades de cada nivel.
3. ¿Las metodologías activas implican más trabajo para los profesores?
Sí, las metodologías activas requieren un mayor esfuerzo y dedicación por parte de los profesores. Sin embargo, los resultados a largo plazo son muy beneficiosos tanto para los alumnos como para los docentes.
4. ¿Cómo se evalúa el aprendizaje en las metodologías activas?
La evaluación en las metodologías activas se basa en la observación del proceso de aprendizaje de los alumnos, así como en la presentación de productos o proyectos elaborados en colaboración con sus compañeros.
5. ¿Cuáles son algunos ejemplos de metodologías activas?
Algunos ejemplos de metodologías activas son el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje cooperativo, el trabajo por estaciones, el flipped classroom, entre otros.
Aprende a aprender con las metodologías activas
Como has podido ver, las metodologías activas son una forma efectiva y motivadora de aprender. No solo desarrollan competencias clave, sino que también promueven el pensamiento crítico, la autonomía y la colaboración. Así que no dudes en implementar estas metodologías en tu programación didáctica y experimentar los beneficios que ofrecen.
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¡Hola! Soy Sofía, originaria de Argentina aunque actualmente resido en Madrid. Además de mi trabajo como profesora, me encanta viajar, ir a conciertos y, por supuesto, explorar todo tipos de novedades sobre las tecnologías educativas ✨ Espero que disfrutes mis artículos y no dudes en dejarme tus sugerencias en los comentarios ¡Os leo siempre! 😊
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