Vencer el miedo y controlar los nervios | Curso de oratoria
Como verás, han surgido dos palabras en la pizarra. Y sí, son dos verbos en infinitivo, porque son órdenes que las tienes que tener tú metidas en tu cabeza para que, cuando salgas al escenario a dar tu discurso, las tengas presente y te ayuden a reducir tu nivel de nerviosismo. Disfruta, vívelo. Y es que ese tiene que ser el mensaje cuando estás ante el público. Tú no puedes salir a dar un discurso, hacer tu labor de orador, pensando "lo voy a hacer muy mal, voy a hacer el ridículo, no voy a poder, me voy a bloquear". Porque es en ese momento, cuando todo eso, todos esos fenómenos negativos pueden suceder. Entonces, si tú interiorizas, ¡disfrútalo! ¡Venga, puedes! Tú puedes, lo vas a hacer bien. Si has venido aquí para disfrutarlo, para vivirlo, es que has nacido para esto, para hablar ante un público, los vas a convencer a todos. Ten en cuenta estas palabras positivas porque te van a ayudar mucho en los momentos previos, fundamentalmente. Porque ya una vez que te subes al escenario, ahí ya prácticamente se te olvida todo, todos los nervios. Aunque puedes estar temblando, y te pones a hacerlo, pero sobre todo, ese es en los momentos y en los días previos cuando tenemos una disertación importante, cuando podemos tener ese conflicto mental.
Cómo perder los nervios
Pues con estos impulsos positivos. Lógicamente, suponen una forma de perder ese nerviosismo, aunque no el único. Lógicamente, ensayar, tener la estructura bien visualizada, tenerla en nuestra mente, la estructura de nuestro discurso, eso, probablemente, sea lo que más ayuda hacer en los minutos previos. Un repaso: la introducción, tengo que empezar hablando de esto; después tengo el desarrollo con estas ideas, y en la conclusión no puedo, no me puedo olvidar de esta frase, tengo que poner esta diapositiva aquí. Entonces, ese repaso mental te va a dar también seguridad.
Y también, en los momentos previos a un discurso, es muy importante la botella, la taza, el vaso, y beber agua. Si bebes agua, esto, aparte de aclarar la garganta que siempre va a venir bien, le vas a decir al cuerpo que tiene que estar relajado, que no hay un león persiguiéndote para ponerte nervioso y está tan cerca de ti como que no tienes tiempo para pararte a beber agua. Al fin y al cabo, somos así de básicos en cuanto a nuestro organismo. Sino que no puedo estar relajado, puedo estar pausado porque tengo tiempo de coger el vaso y beber agua, refrescarme, aliviar la garganta y ponerla a punto para mi discurso.
Y entonces, ahora voy a subir arriba, lo voy a disfrutar, lo voy a vivir. Lógicamente, esto no se hace de la noche a la mañana. Si tengo mañana o pasado mañana que hacer un discurso, esto no me va a salir natural estudiando esta noche. Esto no sale de la noche a la mañana. Con el paso del tiempo, tenemos que ir desarrollando nuestras habilidades en la oratoria, tenemos que ir practicando, empezar ante grupos de personas más pequeños o incluso empezar y ensayar nosotros solos en casa, ante el espejo, practicar incluso grabándonos con el teléfono móvil. Y a partir de ahí, ir soltándonos, cada vez más atreviéndonos contra públicos cada vez más grandes, bueno, dicho contra públicos, pero es con públicos porque ellos son nuestros aliados.
Y si en un momento dado nos trabamos o nos equivocamos, no pasa nada. Si estamos a lo mejor muy trabados, pues volvemos a recurrir al agua. Nos detenemos, bebemos agua con naturalidad. Bueno, estaba diciendo esto, estaba tratando de decir, y continuas con la idea. Si es que al final, somos humanos y todos nos equivocamos. Si echas atrás en mis vídeos, encontrarás un montón de equivocaciones. Pero lo importante es salir de ellas con soltura, con naturalidad. Y muchas veces, esto incluso genera sintonía con el público, porque al final, todos somos humanos, nos equivocamos. Y genera también esa conexión.
Por lo tanto, ante los nervios, yo te diría que incluso no son del todo malo. Siempre es bueno salir al escenario con un puntito de nervios, pero siempre nervios que no te eviten que puedas hacerlo bien, y que puedas desarrollar tu discurso de forma normal. Pero los nervios también simbolizan que estás ante algo importante, que le das importancia al asunto, y que te has centrado en ello. Entonces, intenta controlarlos, bebiendo agua, con ensayo y con mensajes positivos. Estos son mis consejos.
Tabla resumen
Consejo | Descripción |
---|---|
Interioriza | Ten presente el mensaje de disfrutar y vivir el momento al dar un discurso. |
Repaso mental | Antes de subir al escenario, repasa la estructura de tu discurso para aumentar la seguridad. |
Bebe agua | Beber agua antes del discurso ayuda a relajarse y prepara la garganta. |
Practica | Desarrolla tus habilidades en la oratoria practicando ante público o incluso solo en casa. |
No temas equivocarte | Todos nos equivocamos, lo importante es superarlo con naturalidad y conectar con el público. |
Preguntas frecuentes
1. ¿Cómo puedo controlar los nervios antes de un discurso importante?
Puedes controlar los nervios antes de un discurso importante interiorizando el mensaje de disfrutar y vivir el momento, repasando mentalmente la estructura de tu discurso, bebiendo agua para relajarte y preparar la garganta, practicando y desarrollando tus habilidades en la oratoria, y recordando que equivocarse es normal y puede generar conexión con el público.
2. ¿Es normal sentir nervios al hablar en público?
Sí, es normal sentir nervios al hablar en público. Los nervios simbolizan que estás ante algo importante y que le das importancia al asunto. Sin embargo, es importante aprender a controlarlos para que no afecten negativamente tu desempeño.
3. ¿Debo beber agua antes de un discurso?
Sí, es recomendable beber agua antes de un discurso. El agua no solo ayuda a aclarar la garganta, sino que también envía una señal al cuerpo de que debe estar relajado, lo cual contribuye a reducir los niveles de nerviosismo.
4. ¿Cómo puedo practicar mi habilidad en la oratoria?
Puedes practicar tu habilidad en la oratoria comenzando por hablar ante grupos pequeños de personas, ensayando en casa frente al espejo o grabándote con el teléfono móvil. A medida que adquieras confianza, puedes ir retándote a hablar frente a públicos cada vez más grandes.
5. ¿Qué debo hacer si me equivoco durante un discurso?
Si te equivocas durante un discurso, no te preocupes. Lo importante es superar el error con soltura y naturalidad. Recuerda que todos nos equivocamos y esto puede generar incluso una conexión con el público. Continúa con tu idea y no te detengas en los errores cometidos.
Espero que estos consejos te hayan sido útiles. Si deseas obtener más información sobre cómo mejorar tus habilidades en la oratoria, te invito a consultar nuestros artículos relacionados en infocivica.org.
Hasta la próxima y buena suerte en tus futuros discursos.
¡Hola! Soy Sofía, originaria de Argentina aunque actualmente resido en Madrid. Además de mi trabajo como profesora, me encanta viajar, ir a conciertos y, por supuesto, explorar todo tipos de novedades sobre las tecnologías educativas ✨ Espero que disfrutes mis artículos y no dudes en dejarme tus sugerencias en los comentarios ¡Os leo siempre! 😊
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