Consejos para aprobar exámenes tipo test en oposiciones en 5 pasos

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Que por cierto, además de los consejos que voy a compartir contigo al final de este artículo tienes un regalito para poder mantenerte en un estado prolongado de calma en los momentos que más lo necesites. Seguramente que ya lo has escuchado mil veces, los compañeros, tu madre, tu padre o tu hermano normalmente te aconsejan diciéndote que no te pueden los nervios, y tú solo con escuchar esa frase te comienzas a estresarte y entrar en un bucle que desearías no haber conocido nunca. Pero tiras para adelante e intentas hacer oídos sordos a esas sensaciones, y para cuando quieres darte cuenta, estás en clase, el día del examen. Crees que tu preparación es muy buena, que lo harás muy bien. Es la primera cara del examen, identificas varios conceptos, buenas noticias, sabes las respuestas. Sin embargo, cuando vas a empezar a responder, parece que todo se ha disipado, estás completamente en blanco. ¿Dónde ha ido toda la información que almacenas? Si te estás empezando a poner nervioso de verdad, hasta te empiezan a sudar las manos y el estrés comienza a inundarte.

Índice
  1. Paso número 1: Relájate
  2. Punto número 2: Ejercita tu foco
  3. Tercer punto: Responder en tres fases basadas en la complejidad
  4. Cuarto punto: Subrayar las palabras clave
  5. Quinto punto: No cambiar nunca de respuesta
  6. Preguntas frecuentes (FAQs)

Paso número 1: Relájate

¿Cómo ha podido pasar si estabas seguro de saberlo hace unos instantes? ¿Qué está pasando realmente? Para comprenderlo, tenemos que conocer una hormona llamada cortisol, la cual es una de las respuestas más probables que tiene nuestro cerebro ante una situación de estrés. Para no alargarlo ni hacerlo muy complejo, el cortisol tiene un papel fundamental, ya que nos ayuda en la regulación del estrés. Sin embargo, lo que sucede es que su segregación en exceso y sostenida en el tiempo genera desequilibrios y reacciones no deseadas, como el bloqueo mental. Si esto ocurre, los efectos son apabullantes: se reduce el tamaño del hipocampo, que es donde se encuentran nuestras emociones y el aprendizaje, se dificulta la circulación sanguínea hacia el cerebro, impidiéndonos obtener los nutrientes y el oxígeno óptimos para un correcto funcionamiento, y se limita la producción de endorfinas, lo cual afecta directa y negativamente a la memoria. Además, puede provocar insomnio, mareos, angustia, malestar, y evidentemente, nada de esto es lo que necesitas para el día de tu examen. Además, hay numerosos estudios científicos que demuestran cómo un cerebro relajado mejora nuestra capacidad para estudiar y también nuestra habilidad para recuperar todos los datos almacenados en tu memoria.

Punto número 2: Ejercita tu foco

Muchos alumnos me escriben constantemente diciéndome que no se pueden concentrar, que se distraen con facilidad y que al final no obtienen el resultado que desearían. Además, cuando hacen exámenes tipo test, cometen errores garrafales sobre cosas que sabían con claridad, normalmente debido a un despiste, algo con consecuencias desastrosas para la nota final. Esto es completamente normal y no debe saltar la alarma, ya que en un examen tipo test hay muchas variables en juego. Por eso, lo que vas a hacer a partir de ahora es asegurarte de que dominas todas esas variables. De esta manera, obtendrás el máximo resultado posible.

La técnica con MIND se trata de la abreviación de Concentración Máxima con Intervalos de Descanso, y lo que hará será dividir el tiempo del que dispones para hacer tu examen en varias etapas. Idealmente, cada etapa tendrá una duración mínima de 20 minutos y máxima de 25, concluyendo esta etapa con 5 minutos de descanso. El propósito de esta división es que, dentro del periodo activo, esos 20 o 25 minutos, tu concentración sea máxima, sin distracciones, 100% enfocado en cada pregunta y su respuesta. Una vez hayas completado este tiempo, te premiarás con un descanso. Utilizarás estos cinco minutos para respirar profundamente y relajar tu mente, pero bajo ningún concepto utilizarás este tiempo para repasar algo mentalmente o para pensar en esa pregunta que no te sabías. Es importante hacer esa diferencia entre tiempo activo o trabajo y desconexión o descanso. Para que, tras disipar la presión que supone esa focalización gracias a esos cinco minutos de relax, puedas encontrar té fresco y tengas un acceso óptimo a tu memoria.

Tercer punto: Responder en tres fases basadas en la complejidad

En la primera fase, responderás aquellas preguntas que te parezcan obvias, aquellas que puedes responder con una seguridad aplastante. En esta primera vuelta, solo dedicarás el tiempo suficiente al resto de preguntas para marcar con un círculo aquellas que tienes dudas razonables sobre su respuesta y con una equis a las que consideras más difíciles. Esta primera vuelta persigue dos objetivos clave: el primero es disfrutar de la prueba. Una vez más, tu cerebro solo hace diferencia entre dolor y placer, y si durante los diez primeros minutos del examen respondemos esas preguntas que claramente sabemos, estaremos dando una inyección de placer a nuestro cerebro, cosa que permitirá que disfrutemos del proceso. Y el segundo objetivo es mejorar tu ratio de respuestas correctas, ya que muchas veces en los exámenes tipo test, hay preguntas que responden otras. Por eso, si has hecho esta primera vuelta de forma correcta, podrás sumar puntos extras que de otra forma te restaría.

En la segunda vuelta, te centrarás única y exclusivamente en aquellas preguntas que son un poco más difíciles. Te será muy fácil identificarlas, pues si has seguido estos pasos, corresponderán con aquellas que marcaste con un círculo. Léelas ahora con más detenimiento y permítete acceder más profundamente a tu memoria.

Y la tercera fase, o tercera vuelta, consistirá en ir a por aquellas preguntas que tienes marcadas con una equis y, si no estás seguro si deberías responder o no, acudirás a la lógica y al sentido común. Dependerá de la nota estimada que necesites. En caso de que calcules que con lo respondido has conseguido tu aprobado, lo suficiente como para pasar de ronda, no contestar a ninguna de estas preguntas, bajo ningún concepto, sería un riesgo innecesario que estarías asumiendo. Sin embargo, si no te alcanza la puntuación estimada, al llegar a este punto, responderías, pero no al tuntún. Si ya sabes cómo contestar este tipo de preguntas donde no tienes mucha idea, déjame en los comentarios cuáles son tus estrategias. Pronto haremos un artículo en profundidad sobre este tema, y tu comentario podría aportar más valor aún a este contenido.

Cuarto punto: Subrayar las palabras clave

Como ya hemos visto antes, dos de las variables que más se ponen a prueba cuando se hace un examen tipo test son la concentración y tu atención a los detalles. ¿Cuántas veces has salido de un examen pensando que lo habías espertado, pero al repasar tu examen corregido, te has echado las manos a la cabeza por los fallos tontos? A mí también me pasaba, y era para charlar. Admitámoslo, los exámenes tipo test, aunque parecen muy fáciles, no lo son, son lobos con piel de cordero, están llenos de trampas, y la misión de quien los hace no es otra que hacer que tú caigas en ellas. Por eso, no solo leerás cada pregunta un mínimo de dos veces, sino que además, lo que harás será subrayar las palabras clave de cada pregunta que te resulte complicada, con especial atención a los enunciados que contengan "nunca", "siempre", "todas" y "ninguna". Además, te enfocarás especialmente en enunciados que comiencen con una sentencia negativa con el adverbio "no" y aquellos que contengan dos variables unidas con la conjunción "y". Este tipo de partículas son delicadas, ya que se nos pueden pasar inadvertidas con mucha facilidad debido al estrés al que estamos sometidos por lo que nos jugamos. Subrayando las palabras clave y estas partículas, no solo pondrás el foco en aquello en lo que te están preguntando, sino que además anticiparás las posibles trampas escondidas en estas preguntas, para sortearlas y dar con la respuesta correcta.

Quinto punto: No cambiar nunca de respuesta

Salvo estar 100% seguro, una vez hayas terminado de responder a todas las preguntas, toca repasarlo. Sin embargo, este repaso, si no se hace con una mentalidad correcta, puede convertirse en uno de los elementos más saboteadores y frustrantes de todos los habidos y por haber. Porque, ¿qué me dices de esa sensación de ver que has suspendido por haber cambiado en el último momento una respuesta que en primera instancia estaba bien? Es para echarse a llorar, y a mí también me ha pasado. Además, pasa una cosa, y es que los exámenes tipo test son 100% objetivos, no están sujetos a nada de subjetividad, donde puedes rascar un punto aquí y otro punto allá con el fin de acercarse a la nota que deseas, sino que los resultados son los que son, entre comillas, indiscutibles. Eso quiere decir que no debemos repasar nuestro examen antes de entregarlo. No, no estoy diciendo eso. Lo que te digo es que durante este repaso, salvo que sepas de forma muy contundente que te has equivocado en una respuesta, no la cambies. Saber de forma muy contundente es igual a estar casi al cien por cien seguro de que te has equivocado. De no ser así, no la cambies. Y la razón principal es que hay algunas respuestas que pueden que no hayan sido contestadas por tu parte consciente, sino más bien que pueden ser estímulos inconscientes los que hayan ayudado a responder. Es por eso por lo que se cometen los errores al cambiar de respuesta, porque al repasarlo, no entiendes muy bien por qué has elegido la A en lugar del B, si las dos parecen posibles respuestas válidas. Así que recuerda, en tu repaso, dejarás las cosas tal y como están, salvo y solo si estás seguro al 99% de que te has equivocado. Si tienes más del 1% de dudas, déjalo como está.

PasoConsejo
Paso 1Relájate
Paso 2Ejercita tu foco
Paso 3Responder en tres fases basadas en la complejidad
Paso 4Subrayar las palabras clave
Paso 5No cambiar nunca de respuesta

Preguntas frecuentes (FAQs)

1. ¿Por qué es importante relajarse antes de un examen?

Relajarse antes de un examen es importante porque el estrés puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo. Estar relajado ayuda a tener una mente clara y a acceder a la información almacenada en la memoria de manera más eficiente.

2. ¿Por qué es recomendable hacer pausas durante un examen?

Hacer pausas durante un examen ayuda a mantener la concentración y a evitar la fatiga mental. Permite al cerebro descansar y recargarse para poder seguir respondiendo con eficacia a las preguntas.

3. ¿Por qué no se recomienda cambiar las respuestas durante el repaso?

No se recomienda cambiar las respuestas durante el repaso porque puede generar confusión y aumentar las posibilidades de cometer errores. Es mejor confiar en las respuestas iniciales, a menos que estés seguro de haber cometido un error evidente.

4. ¿Cómo puedo mejorar mi concentración durante un examen tipo test?

Para mejorar la concentración durante un examen tipo test, es recomendable usar la técnica de Concentración Máxima con Intervalos de Descanso (MIND). Divide el tiempo del examen en etapas y concéntrate al máximo durante cada etapa, sin distracciones. Utiliza los intervalos de descanso para relajarte y recargar energías.

Espero que estos consejos te hayan sido útiles. Recuerda aplicarlos en tus próximos exámenes y verás cómo mejora tu rendimiento. Si te ha gustado este artículo, te invito a leer otros contenidos relacionados en mi blog.

Hasta la próxima y ¡mucho éxito en tus estudios!

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