El cuento del niño que quería comerse un pastel gigante

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Bienvenidos a InfoCivica, soy Sofía. Hoy les traigo un fascinante cuento titulado "Me Comería un Niño". En este relato, conoceremos la increíble aventura de un pequeño cocodrilo con un apetito muy peculiar. ¿Qué hará cuando decida que quiere algo más que simples plátanos? ¡Descúbrelo leyendo más!

Índice
  1. “El Cocodrilo que Quería Probar Niños”

“El Cocodrilo que Quería Probar Niños”

Había una vez en el corazón de la selva un cocodrilo llamado Carlos. Carlos no era un cocodrilo común y corriente; además de ser grande y tener dientes afilados, tenía una gran curiosidad por probar distintos tipos de alimentos. Un día, mientras descansaba a orillas del río, escuchó una conversación entre unos monos sobre lo deliciosos que eran los niños.

Carlos, que nunca había probado un niño, decidió que quería averiguar si realmente eran tan deliciosos como decían. Así que, con su astuta mente, formuló un plan para atrapar uno.

Al caer la noche, Carlos se acercó a una aldea cercana donde vivían muchos niños. Se escondió detrás de unos arbustos y esperó pacientemente. Cuando vio a un grupo de niños jugando cerca del agua, se deslizó silenciosamente hacia ellos.

Uno de los niños, llamado Juan, notó algo extraño en el agua y gritó:

        • “¡Cuidado! ¡Hay algo en el agua!”
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Los otros niños se asustaron y corrieron hacia sus casas. Pero Carlos no se dio por vencido. Decidió seguir a Juan, que era muy rápido y valiente. Juan se dio cuenta de que el cocodrilo lo estaba siguiendo y pensó en una manera de despistarlo.

En el camino, Juan encontró a su amigo el zorro, Lalo. Lalo era muy astuto y siempre tenía buenas ideas.

        • “¡Lalo, ayúdame! Un cocodrilo me sigue para comerme!”
        • >

        • “No te preocupes, Juan. Tengo un plan,” respondió Lalo.
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Lalo llevó a Juan a una trampa que había construido anteriormente en el bosque. La trampa consistía en un agujero cubierto con hojas y ramas. Justo cuando Carlos se acercaba más, Juan corrió hacia la trampa y saltó lejos en el último momento. Carlos, que estaba demasiado enfocado en atrapar a Juan, no notó la trampa y cayó directamente en el agujero.

Carlos estaba atrapado y no podía salir. Se sintió triste y arrepentido por haber intentado comer a los niños. Desde aquel día, Carlos prometió no volver a desear probar algo tan extraño como un niño. Comprendió que cada alimento tiene su lugar y que no debía dejarse llevar por chismes.

Juan y sus amigos, incluyendo a Lalo, se reunieron alrededor del agujero.

        • “Prométenos que no intentarás hacer esto de nuevo, Carlos,” dijo Juan.
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        • “Lo prometo,” respondió Carlos sinceramente.
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Con la ayuda de otros animales del bosque, sacaron a Carlos del agujero. El cocodrilo regresó al río y nunca más tuvo deseos peligrosos. A partir de entonces, se convirtió en el protector de la aldea y defendía a los niños de cualquier amenaza que pudiese aparecer.

La aldea vivió tranquila y feliz, sabiendo que ahora tenían un nuevo amigo en el cocodrilo Carlos. Y Carlos aprendió que es mejor ser amigo que enemigo, y que los verdaderos sabores de la vida son aquellos que compartimos con los demás.

Moraleja: Nunca debemos dejarnos llevar por rumores ni buscar dañar a otros por simple curiosidad. La amistad y la bondad son lo más importante, y siempre nos traerán más felicidad que cualquier otra cosa.

Preguntas sobre el cuento

      • ¿Cómo se llamaba el cocodrilo protagonista del cuento?
      • ¿Qué despertó la curiosidad de Carlos para querer probar niños?
      • ¿Quiénes advirtieron a los niños sobre el peligro en el agua?
      • ¿Cuál fue la estrategia que usaron Juan y Lalo para atrapar a Carlos?
      • ¿Qué le prometió Carlos a los niños después de caer en la trampa?
      • ¿Cómo cambió la actitud de Carlos al final del cuento?
      • ¿Cuál es la moraleja del cuento?
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