Guía de inversiones

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En la clase de hoy vamos a hablar de los distintos tipos de inversiones que una empresa puede realizar. Para comenzar, definamos qué es una inversión. Una inversión es cuando una empresa renuncia a una cierta cantidad de dinero en el presente con la esperanza de obtener una rentabilidad en el futuro. Es un intercambio en el cual sacrificamos dinero hoy, con la expectativa de tener más dinero en el futuro gracias a esa inversión.

Clasificación de las inversiones

Existen diferentes clasificaciones para las inversiones que las empresas pueden realizar. Aquí veremos cuatro categorías principales:

1. Según el activo en el que se invierte:

En esta clasificación distinguimos entre inversiones reales e inversiones financieras. Las inversiones reales, también conocidas como inversiones productivas, son todas aquellas compras de activos que las empresas hacen para llevar a cabo su actividad productiva. Por ejemplo, la compra de maquinaria o equipos necesarios para la producción. Por otro lado, las inversiones financieras se refieren a la compra de acciones o bonos con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad.

Es importante destacar que estas dos categorías están conectadas. Las empresas pueden emitir activos financieros, como acciones o bonos, para obtener fondos con los cuales realizar inversiones productivas. Los ahorradores, ya sean familias o empresas, compran estos activos financieros, lo cual se considera una inversión financiera. El dinero que los ahorradores invierten en las acciones de una empresa va a parar a la empresa, permitiéndole realizar las inversiones necesarias para su producción.

2. Según el plazo de la inversión:

En esta clasificación distinguimos entre inversiones a largo plazo e inversiones a corto plazo. Las inversiones a largo plazo son aquellas que se mantienen en la empresa durante un periodo prolongado, generalmente más de un año. Por ejemplo, la instalación de una nueva fábrica o la compra de maquinaria. Por otro lado, las inversiones a corto plazo son aquellas que se realizan para un tiempo reducido, generalmente menos de un año. Por ejemplo, las inversiones temporales realizadas para adaptarse a situaciones o demandas específicas, como la instalación de separadores de mesa en bares y restaurantes debido a la pandemia.

3. Según la finalidad de la inversión:

En esta clasificación diferenciamos entre inversiones de renovación, inversiones expansivas e inversiones estratégicas. Las inversiones de renovación se realizan cuando una empresa necesita actualizar o reemplazar equipos o activos obsoletos. Por ejemplo, la compra de un nuevo ordenador que reemplace uno dañado. Las inversiones expansivas se realizan con el objetivo de ampliar el negocio o aumentar la capacidad de producción. Por ejemplo, abrir nuevas fábricas o expandirse hacia nuevos mercados. Por último, las inversiones estratégicas se realizan para adaptarse a cambios en el mercado o adquirir ventaja competitiva. Por ejemplo, la adquisición de otras empresas con el fin de diversificar servicios o productos.

4. Según relación con otras inversiones:

En esta clasificación, podemos distinguir entre inversiones sustitutivas, inversiones complementarias y inversiones independientes. Las inversiones sustitutivas ocurren cuando la realización de una inversión impide o dificulta la realización de otra. Por ejemplo, tener una pizarra digital puede eliminar la necesidad de contar con un ordenador y un proyector. Las inversiones complementarias, por otro lado, son aquellas que se complementan entre sí y facilitan la realización de otras inversiones. Por ejemplo, durante la pandemia, la instalación de cámaras web en los ordenadores y proyectores permitió dar clases tanto presenciales como a distancia. Por último, las inversiones independientes son aquellas que no tienen relación directa con otras inversiones y pueden llevarse a cabo de forma independiente.

Preguntas frecuentes (FAQs)

1. ¿Cuál es la diferencia entre una inversión real y una inversión financiera?

La diferencia radica en el tipo de activo en el que se invierte. Las inversiones reales se refieren a la compra de activos tangibles, como maquinaria, equipos o fábricas, que permiten a la empresa llevar a cabo su actividad productiva. Por otro lado, las inversiones financieras se realizan a través de la compra de acciones, bonos u otros activos financieros con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad.

2. ¿Cómo están relacionadas las inversiones reales y las inversiones financieras?

Las inversiones reales y las inversiones financieras están estrechamente conectadas. Las empresas pueden emitir activos financieros, como acciones o bonos, para obtener fondos con los cuales realizar inversiones productivas. Los ahorradores, a su vez, compran estos activos financieros, lo cual se considera una inversión financiera. El dinero invertido por los ahorradores en la compra de acciones de una empresa se destina a financiar las inversiones necesarias para su producción.

3. ¿Cuánto tiempo se considera una inversión a largo plazo?

Generalmente, se considera una inversión a largo plazo aquella que se mantiene en la empresa durante más de un año. Sin embargo, la duración exacta puede variar y dependerá de las circunstancias y objetivos específicos de cada inversión.

4. ¿Qué son las inversiones estratégicas?

Las inversiones estratégicas se realizan con el propósito de adaptarse a cambios en el mercado o adquirir ventaja competitiva. Por ejemplo, la adquisición de otras empresas con el fin de diversificar servicios o productos. Estas inversiones se basan en una planificación estratégica y tienen como objetivo asegurar el posicionamiento de la empresa en un entorno dinámico.

Conclusion

Las inversiones que una empresa puede realizar se clasifican según el tipo de activo en el que se invierte, el plazo de la inversión, la finalidad de la inversión y la relación con otras inversiones. Las inversiones reales se refieren a la compra de activos tangibles para la actividad productiva de la empresa, mientras que las inversiones financieras se centran en la compra de activos financieros con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad.

Las inversiones pueden ser a largo plazo o a corto plazo, dependiendo de la duración prevista de la inversión. Además, pueden clasificarse según su finalidad, ya sea para renovar equipos, expandir el negocio o adaptarse a cambios estratégicos. Finalmente, las inversiones pueden ser sustitutivas, complementarias o independientes en relación con otras inversiones.

Es importante que las empresas analicen cuidadosamente estas clasificaciones y consideren sus propias necesidades y objetivos antes de tomar decisiones de inversión.

No dudes en consultar nuestros próximos artículos relacionados para obtener más información sobre inversiones y aspectos financieros clave para las empresas.

Hasta la próxima clase, ¡nos vemos pronto!

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Sofía

¡Hola! Soy Sofía, originaria de Argentina aunque actualmente resido en Madrid. Además de mi trabajo como profesora, me encanta viajar, ir a conciertos y, por supuesto, explorar todo tipos de novedades sobre las tecnologías educativas ✨ Espero que disfrutes mis artículos y no dudes en dejarme tus sugerencias en los comentarios ¡Os leo siempre! 😊

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