Maximizar beneficios empresariales
Muy buenas a todos. Hoy vamos a introducir el concepto de rentabilidad y para ello vamos a recurrir a un ejemplo muy sencillo. Vamos a suponer que tenemos dos amigos, los míticos 8 los BorjaMari, que lo que van a hacer es invertir una serie de ahorros que tienen porque constructivamente quieren tener más rentabilidad con ellos. Vamos a imaginar que, por ejemplo, cada uno de ellos va a comprar una vivienda y luego, una vez que la ha comprado, la quiere poner en alquiler. Así, por ejemplo, BorjaMari ha obtenido beneficios este año por 10 mil euros, mientras que Pocholo ha obtenido 15 mil euros. Ahora te pregunto: ¿Cuál crees que es el que ha obtenido una mayor rentabilidad? Pues tú probablemente me dirás que Pocholo, que ha ganado 15 mil euros, tiene una rentabilidad mayor que BorjaMari, que solo ha ganado diez mil.
Esto es un poco lo que quiero que aprendamos hoy: el concepto de rentabilidad no tiene que ver exactamente con el beneficio, mejor dicho, sí que tiene que ver, pero no es equivalente. Se nos ha olvidado introducir un concepto importante: tenemos que saber cuánto ha invertido cada uno, es decir, para entender la rentabilidad no solo necesitamos el beneficio, sino que necesitamos saber la inversión.
Bueno, vamos a suponer que la casa que ha comprado BorjaMari, podemos suponer que le ha costado por no ser 100 mil euros, por ejemplo, y vamos a suponer que la casa que ha comprado Pocholo ha sido una inversión que le ha costado, en este caso, sobre 300 mil euros. Ya vemos cómo no partimos de la misma inversión. No sería justo pedirle el beneficio a BorjaMari, que ha comprado una casa mucho más barata que la que ha comprado Pocholo. Fíjate que aquí está un poco el cambio de concepto de rentabilidad en el que no se refiere solo al beneficio, sino que tenemos que compararlo con la inversión. Si comparamos el beneficio con la inversión, obtenemos la tasa de rentabilidad y si lo multiplicamos por 100, obtenemos un porcentaje, el porcentaje de rentabilidad que ha ganado cada uno. Así, BorjaMari habrá ganado 10.000 entre 100.000 y multiplicado por 100. Habrá ganado un 10%, mientras que Pocholo, si hacemos esta operación, habrá ganado solo un 5%. Entonces, fíjate qué curioso. ¿Qué es lo que ocurre? Que aquí tenemos a BorjaMari ganando el doble de lo que ha ganado Pocholo. ¿Por qué ha pasado esto? Porque la inversión de BorjaMari era mucho más grande, pero la de Pocholo era mucho más grande que la de BorjaMari. Tanto, bueno, fíjate cómo los datos tienen sentido. Si BorjaMari lo que hubiera hecho fuera invertir este proyecto tres veces, pues podría hacer esta operación tres veces. Fíjate que invertiría 300 mil como mucho, y su beneficio se multiplicaría por tres. Por tanto, tendría 30.000 euros. Fíjate, habría obtenido 30 mil, que es el doble de 15.000. Por ese motivo, pues ahí se ve claramente la rentabilidad, la cual no es simplemente el beneficio total, sino compararlo solo.

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